4 de octubre de 2009

“Jehová es mi Pastor”

“Jehová es mi Pastor. Nada me faltará.” 
(SALMO 23:1.)

IMAGÍNESE esta escena: Hay soldados filisteos en oposición al ejército de Israel. Goliat, un gigante filisteo, presenta su desafío. Un joven, armado con solo una honda y piedras, corre a hacerle frente. Una piedra bien dirigida penetra en el cráneo del gigante y lo mata. ¿Quién fue el joven? David, un pastor que ganó esta sorprendente victoria con la ayuda de Jehová Dios. (1 Samuel, capítulo 17.)

Con el tiempo este joven llegó a ser rey de Israel, y gobernó por 40 años. Era arpista perito y compuso muchas poesías por inspiración divina. David también escribió más de 70 hermosos salmos que son una fuente de mucho estímulo y guía para el pueblo de Jehová hoy. De estos, el más conocido es el Salmo 23. ¿Por qué no abre su Biblia y sigue nuestra consideración mientras lo estudiamos versículo por versículo?

Jehová, Pastor amoroso

 “Jehová es mi Pastor.” (Salmo 23:1.) Como pastor experimentado, David sabía conducir a las ovejas, alimentarlas y protegerlas. Por ejemplo, valerosamente protegió a sus ovejas de un león una vez y de un oso en otra ocasión. (1 Samuel 17:34-36.) Las ovejas de David confiaban totalmente en su pastor. Pero con relación a Jehová, David mismo era una oveja. Puesto que David se sentía seguro bajo el cuidado amoroso de Dios, pudo decir: “Jehová es mi Pastor”. ¿Disfruta usted de ese sentimiento de seguridad bajo el Gran Pastor, Jehová Dios? Él ciertamente dirige, alimenta y protege a sus adoradores mansos como ovejas hoy día. Además, como ancianos nombrados en las congregaciones de los testigos de Jehová, subpastores fieles y amorosos atienden celosamente a las ovejas. (1 Pedro 5:1-4.)

“Nada me faltará.” Piense detenidamente en esa declaración. ¿No le comunica el cuidado amoroso de Jehová un agradable sentimiento de calma y confianza? ¿Recuerda lo que les sucedió a los israelitas al vagar 40 años por el desierto? Pues, ¡Dios atendió a todas sus necesidades básicas! Hoy sucede lo mismo. Los siervos fieles de Jehová tienen todo lo que necesitan. Muchos pueden aplicar a sí mismos estas palabras inspiradas de David: “Un joven era yo, también he envejecido, y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole buscando pan”. (Salmo 37:25.) Hoy se provee una abundancia de alimento espiritual mediante “el esclavo fiel y discreto”. (Mateo 4:4; 24:45-47.) Además de varias reuniones por semana, tenemos la Biblia, las revistas La Atalaya y ¡Despertad!, y muchas otras publicaciones. Hasta en países donde se ha proscrito la predicación de los testigos de Jehová, el alimento espiritual se recibe con regularidad. ¡A las ovejas de Jehová no les falta nada!

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