26 de febrero de 2010

Confíe en que Dios escucha

Nunca pierda la confianza en la eficacia de la oración si no recibe una respuesta enseguida. Las respuestas a algunas oraciones —como cuando pedimos alivio personal de la angustia o mayores responsabilidades en el servicio a Dios— tal vez tengan que esperar a que llegue el tiempo que Dios considere apropiado y mejor. (Lucas 18:7, 8; 1 Pedro 5:6.)


Si usted ora acerca de un asunto que le preocupa profundamente, muestre a Dios por su insistencia que su deseo es intenso y su motivo puro y genuino. Jacob manifestó ese espíritu cuando, después de luchar por mucho tiempo con un ángel, dijo: “No te voy a soltar hasta que me bendigas”. (Génesis 32:24-32.) Debemos tener confianza como esa en que, si seguimos pidiendo, recibiremos una bendición al debido tiempo. (Lucas 11:9.)


Finalmente, es un preciado privilegio que el Soberano del universo escuche a uno. En vista de esto, ¿escuchamos cuidadosamente cuando Jehová Dios, mediante su Palabra, nos dice cuáles son sus requisitos? A medida que nuestras oraciones nos acerquen íntimamente a nuestro Creador, querremos prestar atención seriamente a todo lo que él nos dice.

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